«Encontrando la autenticidad: Tomando nuestra Propia Voz».

Hace unos días, me encontré sumida en profundos pensamientos, reflexionando sobre mi vida y el recorrido de mi viaje hasta hoy. Durante ese trayecto, una metáfora se dibujó en mi mente: la vida representada como un tren en constante movimiento. Un tren donde, en cada estación, suben y bajan personas, mientras experimentamos cambios y transformaciones constantes. A medida que avanzamos en este viaje, construimos nuestro propio lenguaje y perspectiva, observando el mundo a través de las múltiples ventanas que acompañan nuestro vagón. Si eres curioso descubrirás que son numerosas, y que en nuestro tren hay muchos más vagones y ventanas por explorar. Incluso un mundo más allá del tren.

Sin embargo, a veces, las personas que se unen a nuestro viaje solo prestan atención a unas pocas ventanas. No logran apreciar las maravillas que se vislumbran desde las demás. Y eso es comprensible, ya que cada uno de nosotros tiene su propia visión del mundo. No obstante, lo más esencial es recordar que nuestros compañeros de viaje no deben limitar nuestra mirada ni acallar nuestra propia voz. En ocasiones, algunos imponen sus verdades como absolutas, y estas creencias restringen nuestra capacidad de ser y expresarnos de manera auténtica. Por eso, es tan vital recordar que cada uno de nosotros posee su propia voz, y nuestra manera única de ser, ver y comprender el mundo.

Es esta la razón por la que tomar nuestra propia voz implica el soltar emociones, objetos y apegos que puedan obstaculizar nuestra toma de conciencia a lo largo del camino. Además, es importante comprender que aquellos que nos acompañaron en un tramo de nuestro viaje, pueden decidir dejar de hacerlo en algún momento. Todos somos libres, y desde esa libertad debemos abrazar la idea de que aquellos que estuvieron a nuestro lado, aunque no lo parezca, dieron lo mejor de sí y nos brindaron valiosas enseñanzas. Por tanto, el soltar es lo que nos permitirá continuar nuestro viaje, y transformar, convertir el tren de nuestra vida, en un increíble tren con alas. ¿Por qué no? No existen límites cuando nos elevamos y nos expresamos de manera genuina y libre.

Encontrar y mantener nuestra propia voz en este viaje llamado vida es uno de los actos de Amor y Autenticidad más valioso que podemos atesorar y compartir con el mundo, ¿no crees?

1 comentario

  1. Gracias Beverly, aceptar y dejar ir sin rencores aquellos que nos acompañan tal cual son .
    Un abrazo

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